Percepción de los peligros ambientales urbanos y los efectos de lugar en la relación población-ambiente

Resumen

Los estudios ambientales se enfrentan, desde su aparición, al fantasma de la falacia ecológica. Especialmente en el ámbito de las ciencias humanas, siempre se prestó una atención redoblada a todo lo referente a cualquier forma de determinismo geográfico o interpretación que sometiera la comprensión de la sociedad a la lógica de la naturaleza. En los estudios de Población y Ambiente (P-A), esta preocupación estuvo siempre presente, no siendo raro el debate sobre la falacia ecológica, sus riesgos y la búsqueda de formas de eliminarla del objeto de los análisis. No obstante, con el aumento del interés por parte de las ciencias humanas hacia el espacio en las últimas décadas, la importancia de la espacialidad, y la continua incorporación de su dimensión en los análisis, han renovado esta preocupación, pero esta vez en un nuevo contexto sociocultural. La idea de efectos de lugar gana relevancia a medida que se reconoce, en dirección opuesta a la globalización, el refuerzo de factores regionales y locales en la determinación y mediación de problemáticas ambientales, que afectan a poblaciones y lugares de manera específica, y no de forma indiscriminada por el espacio. En ese contexto, el debate metodológico necesita prestar atención a la forma en la que el espacio entra en la ecuación P-A, sin desconsiderar los debates previos o los nuevos esquemas socioespaciales contemporáneos. Estas cuestiones se presentaron como algo relevante en la investigación desarrollada sobre la percepción de los peligros y la vulnerabilidad en las Regiones Metropolitanas de Campinas y de la Baixada Santista, en el Estado de Sao Paulo. Utilizando datos de una investigación por domicilios desarrollada en 2007 (Proyecto Vulnerabilidad), procuramos ir más allá de las variables que habitualmente nos ayudan a reflexionar sobre las cuestiones relacionadas con la situación de vida (renta, escolaridad, ciclo vital), intentando entenderlas en escalas espaciales diferenciadas, incorporando los efectos de lugar como algo fundamental para comprender la percepción de los peligros urbanos en la relación población-espacio-ambiente.